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La autoexploración mamaria es fundamental para detectar cualquier anomalía o cambio que se produzca en la los pechos de la mujer. Es especialmente importante de cara a la detección precoz de un posible cáncer de mama.

La autoexploración mamaria se debe realizar una vez al mes, después de haber concluido la regla, y deberá realizarse detenidamente, ya que permite aprender a conocer el aspecto y consistencia normal de las mamas, lo que permitirá posteriormente identificar posibles anomalías. Hay que tener en cuenta que la glándula mamaria tiene una consistencia nodular e inicialmente puede tenerse la sensación de que se palpan bultitos. En conveniente que en las primeras exploraciones se cuente con una persona experimentada que enseñe la técnica de forma adecuada.

Realizaremos la exploración mamaria siguiendo los siguientes cinco pasos:

Paso 1

Colócate frente a un espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera y mírate las mamas. Esto es lo que debes encontrar:

  • mamas de tamaño, forma y color normales
  • mamas bien formadas, que no presentan deformaciones ni inflamaciones visibles

Si notas alguna de las siguientes alteraciones, informa a tu médico:

  • formación de hoyuelos, arrugas o bultos en la piel.
  • cambio de posición de un pezón o pezón invertido (está metido hacia adentro en lugar de sobresalir)
  • enrojecimiento, dolor, sarpullido o inflamación.

Paso 2

El siguiente paso es levantar los brazos para comprobar que el contorno de los pechos es uniforme y que ambos se leven de la misma manera.

Paso 3

cuando estés frente al espejo, aprieta los pezones para comprobar si sale algo de líquido (puede ser transparente, lechoso o amarillento, o sangre).

Paso 4

Posteriormente hay que palpar cada una de las mamas con la mano contraria. Procura utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente.

Controla la mama completa de arriba a abajo y de lado a lado: desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen, y desde la axila hasta el escote.

Asegúrate de palpar todo el tejido mamario, tanto en la parte delantera como en la parte trasera: para palpar la piel y el tejido superficiales, ejerce una leve presión; para llegar al tejido ubicado en la parte media de las mamas, una presión moderada, y para el tejido profundo, una presión firme. Al llegar al tejido profundo, tienes que poder sentir la caja torácica.

Paso 5

Pálpate las mamas estando de pie o sentada. Muchas mujeres dicen que la mejor forma de palparse las mamas es cuando la piel se encuentra mojada y resbaladiza, de modo que prefieren realizar este paso en la ducha. Controla la mama completa con los mismos movimientos que se describen en el paso 4.

La autoexploración mamaria debe finalizar con el examen de las axilas, ya que gran parte de los tumores se producen en la parte de la mama más cercana a la misma, esta parte de la exploración se realiza con los brazos bajados.

 

A tener en cuenta

Las posibles alteraciones que se pueden detectar con la autoexploración mamaria y que deben ser motivo de consulta con el ginecólogo son las siguientes:

  • La palpación produce dolor en el agún punto concreto.
  • Cambia el color o tiene una textura similar a la piel de naranja.
  • Se detectan bultos o hundimientos.
  • Sale líquido de los pezones.

Conviene saber que si se detecta algún bulto durante la autoexploración mamaria, en el 90% de los casos se trata de tumores benignos que tienen tratamiento y no de un cáncer.