Ser usuario de una silla de ruedas presenta muchas complicaciones en el día a día. Por suerte, gracias a las innovaciones médicas y mecánicas, y gracias a la fuerza de voluntad de los usuarios, estos obstáculos van minimizándose cada vez más.
Una de las complicaciones menos evidentes, pero muy importante, es la presión ejercida sobre las tuberosidades isquiáticas derivada de la sedestación. Dicho de otra forma, al estar sentados mucho tiempo, se generan picos de presión en la zona glútea debido a las protuberancias de la pelvis, lo que puede derivar en un deterioro en la piel
¿La base de espuma tradicional es eficaz?
La respuesta corta sería: no. Desarrollando un poco esta contestación, profundizaremos un poco en la física de este material a la hora de sentarnos.
La espuma, al ser contraída, genera un efecto de fuerza de reacción, ejerciendo una presión puesta en el punto en que esté más comprimido. Imaginemos esto como un globo: al ser apretado, el aire en su interior se comprime, endureciendo la superficie del mismo. La espuma actúa de manera similar, de tal forma que, las zonas de más presión, es decir, las tuberosidades isquiáticas, están sometidas a mucha presión con este tipo de material. Para ofrecer un mayor confort, necesitamos un material que no se comprima bajo nuestro peso, sino que distribuya la fuerza para evitar los picos de presión.
El cojín fluido como aliado perfecto
Los cojines con fluido en su interior actúan de forma muy diferente a la espuma. En lugar de generar puntos de mayor presión, actúan como un líquido, distribuyendo la presión de forma mucho más uniforme.
Existen muchos modelos de cojines fluidos, diferenciados entre sí por su forma, materiales, tamaño… Te invitamos a ver todos nuestros modelos en nuestro apartado de cojines .