El cojín antiescaras es un aliado esencial para prevenir úlceras por presión y garantizar la comodidad de quienes pasan largas horas sentados. Para que mantenga su efectividad y sea seguro de usar, es fundamental limpiarlo y desinfectarlo correctamente. Aquí te dejamos una guía práctica:
1. Lee las instrucciones del fabricante
Antes de empezar, consulta el manual o etiqueta del cojín. Algunos materiales, como gel, espuma o aire, requieren cuidados específicos.
2. Limpieza regular
- Paso 1: Retira la funda (si tiene) y lávala siguiendo las indicaciones del fabricante, generalmente en agua fría o tibia.
- Paso 2: Limpia la superficie del cojín con un paño húmedo y un detergente suave. Evita productos abrasivos que puedan dañar el material.
- Paso 3: Asegúrate de eliminar cualquier resto de jabón con un paño limpio humedecido solo con agua.
3. Desinfección
Para mantener la higiene:
- Solución recomendada: Mezcla agua y un desinfectante suave.
- Aplicación: Limpia la superficie del cojín con un paño suave impregnado de la solución, evitando empaparlo.
- Secado: Deja que el cojín se seque completamente al aire antes de usarlo. No lo expongas directamente al sol, ya que algunos materiales pueden deteriorarse.
4. Inspección frecuente
Revisa periódicamente el cojín para asegurarte de que no presenta daños, deformaciones o signos de desgaste que puedan comprometer su funcionalidad.
5. Funda protectora: un gran aliado
Usar una funda impermeable y transpirable facilita la limpieza y prolonga la vida útil del cojín. Asegúrate de lavarla con regularidad.
Mantener limpio y desinfectado tu cojín antiescaras no solo mejora su durabilidad, sino que también protege la piel y la salud de quien lo utiliza.
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