Las fajas lumbares son un tipo de ayudas ortésicas que sirven para soportar y contener la zona lumbar y la región sacra de la espalda. Se usa para brindar soporte y estabilidad a la parte inferior de la espalda.
Existen diferentes tipos de fajas:
- Fajas clásicas: indicadas para lumbalgias, reuma, hernias de espalda y otros dolores agudos de espalda.
- Deportivas: las fajas deportivas sujetan firmemente la zona baja de la espalda. Son más transpirables que las clásicas, e incluyen un refuerzo de sujeción. Aunque se conciben para actividades deportivas relacionadas con la musculación y el levantamiento de peso, son las más eficaces en hernias discales.
- Fajas reforzadas: como los corsés, vienen con varillas de refuerzo para mantener la posición. Fijan la zona lumbar, por lo que son indicadas en tratamientos de recuperación tras una cirugía.
- Fajas postparto: las fajas para mujeres que han dado a luz recientemente tienen forma de braga alta, pero cubren toda la parte abdominal dando firmeza a la zona.
- Fajas lumbares laborales: que están pensadas para quienes por su profesión han de cargar y mover peso. Funcionan inmovilizando ligeramente un segmento de la columna, aportando sujeción lumbosacra en el momento del esfuerzo.
¿Cuándo utilizarla?
El uso de una faja lumbar debe ser supervisado por un especialista. Habitualmente, los casos en los que se recomienda el uso de éstas es en casos de lumbalgia aguda, en los que el dolor no desaparece y resulta incapacitante para el paciente, impidiéndole realizar actividades cotidianas.
También, en caso de lesiones crónicas, que afectan directamente a la calidad de vida del paciente, ya que podrán aportar seguridad en los movimientos.
Por último, es recomendable en caso de deportistas que levantan grandes cantidades de peso de forma regular, ya que ayuda a la contención de la zona y, por tanto, evita el riesgo de lesiones.
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