Este invierno la gripe está siendo más fuerte de lo habitual y una de sus manifestaciones más frecuentes es la fiebre. La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo frente a infecciones y cuando se presenta, debemos enfocarnos a aliviar el malestar que produce, más que a eliminarla.
El primer paso, será realizar una correcta medición de la fiebre y para ello necesitamos un termómetro. Existen distintos tipos:
- Termómetros táctiles, que precisan contacto. Se pueden usar en la boca, en la axila o en el recto. Llevan un sensor en la punta y una pantalla digital donde se realiza la lectura de la temperatura.
- Termómetros remotos, como infrarrojos o pistola que se pueden usar en la frente, arteria temporal o el oído.
Si optamos por un termómetro que no requiere contacto debemos fijarnos en la técnica de medida, en que cumplan los requisitos de calidad y también en la zona del cuerpo que se usa para la toma de la temperatura. Tienen una gran precisión si se mantiene el sensor del termómetro de dos a cinco centímetros de la frente y son mucho más higiénicos que los termómetros de contacto. Sin embargo, pueden dar lugar a lecturas incorrectas cuando están expuestos a la luz solar directa, si la piel tiene resto de sudor o maquillaje o la influencia de la temperatura ambiental.
En cuanto a la zona más apropiada para realizar la medición de la temperatura, la rectal es la más exacta, a continuación esta la frontal, la oral y timpánica y finalmente la axila, que aunque es la menos exacta es la más habitual.
Cada zona de medida tiene sus peculiaridades a la hora de medir la temperatura:La temperatura en la zona oral normal para un adulto suele ser de 36ºC; en caso de los niños oscila entre 36.4 y 37,4 ºC; la rectal suele ser más elevada, en niños entre 36 y 37.7 ºC; en las axilas, las temperaturas oscilan entre 35.9 y 36.7 ºC, son más bajas porque no colocamos los termómetros dentro del cuerpo. En los oídos, la temperatura normal en adultos es más o menos 37.5 ºC.
A la hora de realizar una correcta toma de la temperatura los expertos señalan una serie de pautas:
- No utilizar el mismo termómetro para hacer tomas orales y rectales
- Lavarse las manos antes de tocar el termómetro con agua tibia y jabón
- Realizar la medida de la temperatura pasadas seis horas tras la toma de algún antitérmico y más de diez minutos si se ha ingerido bebidas frías o calientes en la zona oral
- Si has tomado un baño, hecho ejercicio o comida, esperar al menos treinta minutos
- No exponer la piel a focos de calor o frío (como estufas o aire acondicionado)
- El termómetro estará en la habitación al menos treinta minutos antes para evitar errores. Si es digital y la temperatura ambiente es superior a 35 ºC se debe sumergir en agua fría antes de medir.
- Adquirir los termómetros en establecimientos sanitarios y que cumplan con la normativa europea correspondiente
¿Cuándo se trata de fiebre o debemos considerarlo febrícula?
Si necesitas asesoramiento en cuanto al termómetro que más te conviene, no dudes en consultarnos.